En clima de oración y con espíritu de reconciliación perdimos la conversión de nuestros corazones.
Con una reflexión entorno a Santa Teresa, de la cual celebramos el 500 aniversario, miramos nuestras 5 moradas, la familiar, la de los amigos y conocidos, la de la sociedad, la nuestra personal y por ultimo la del Dios que se encuentra en el centro de nuestra propia existencia.
Reflexionamos sobre como era mi hogar, una pensión o un lugar de amor; sobre los amigos como un gran centro comercial, desde el que saco lo necesario o un lugar de servicio; sobre la sociedad de la que me escondo y no quiero saber nada de ella o un lugar para realizar la solidaridad; sobre mi mismo como un constructor de fachadas, que aparento lo que no soy, o como una persona en la que brilla la verdad; y por ultimo Dios que no tengo olvidado en el desván de mi casa y lo busco cuando lo necesito, sino en el que tengo puesta toda mi confianza y en el que tengo como centro de mi propia vida.
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